Buenas noches, aquí estoy esperando coger vacaciones y lamentándome porque acabo de terminar una de las mejores series de este verano. Con tan sólo ocho capítulos de duración Stranger Things de Netflix ha conseguido captar mi interés y mantenerlo hasta el punto de dejarme con ganas de una segunda temporada.
Ambientada en la década de los ochenta y protagonizada por tres críos que bien nos recuerdan a los protagonistas de una película de Spielberg, Stranger Things es una extraña mezcla entre E.T., Los Goonies y la increíble Alien de Ridley Scott.
La serie nos cuenta la historia de Will, un niño que desaparece sin más un día y de lo que esta desaparición supone para la gente que le rodea, su familia y sus amigos, que tras una búsqueda fallida de su compañero de juegos en el bosque encuentran a una niña con poderes sobrenaturales que parece tener relación con su ausencia y con los extraños sucesos que están ocurriendo en el pueblo.
Una historia sobrenatural que me encanta porque tiene todo lo bueno de aquellas pelis de adolescentes de los ochenta, el chico gordito, los abusones, el primer amor, la chica del instituto que no sabe que existes, walkie talkies que captan frecuencias extrañas...Todo esto, unido a experimentos del gobierno ultrasecretos casi propios de Expediente X hace de Stranger Things sea mi serie favorita de este verano.
Así que si no la habéis visto ya estáis tardando. Dejo el trailer en mi canal de Youtube. Espero que la disfrutéis tanto como yo.
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Uno de las cosas que he comprado este verano son unas gafas gato. Las puedes conseguir en cualquier parte, en mi opinión son retro (pues en los años 50 ya molaban) y friki a la vez. Las mías las compré en Primark por el módico precio de cuatro euros y parecen tener orejas de gato.
