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martes, 3 de junio de 2014

Cine con mayúsculas

Buenas noches y mil perdones por dejar de lado el blog, pero una ya no tiene tiempo ni para arrascarse. A ver si a partir de aquí puedo mantener cierta periodicidad a fin de seguir recomendando cositas y de no oxidarme, aunque creo que esto es un poco más difícil, ya que Zafra30 (periódico buenísimo e independiente) me deja escribir sobre cine, además de que siempre llevo un moleskine en el bolso, nunca se sabe cuando puede llegar la inspiración. Desde mi último post he hecho miles de cosas, visto cientos de películas y terminado algún que otro relato (eso si, aún están por corregir), que espero poder publicar próximamente.

Y cómo no, hoy os recomiendo un par de películas que considero cine con mayúsculas. No es secreto que soy fan de la televisión y la música coreana, sin embargo y aunque nunca he comentado nada al respecto (creo), soy gran seguidora del cine coreano.

Tuve el placer de ver Time no hace mucho, dónde Kim Ki Duk nos cuenta la historia de una chica que, obsesionada con que su novio pueda cansarse de ella, decide someterse a una operación de cirugía estética para parecer otra persona diferente.

No sólo nos habla de que el amor duele, sino del paso del tiempo y la desesperación de la protagonista por detenerlo y lo hace desde una forma tan directa que a veces molesta a la vista (destacan imágenes de una cirugía estética y escenas de numeritos debido a los celos).

Pero es a partir de la cirugía estética de la protagonista cuando la película comienza a embobar al espectador y lo hace a través de la incertidumbre y una bella fotografía que no pasa desapercibida.


No hay que olvidar el final de la película (que con sorpresa te deja pensando un rato) y que no voy a ser tan ruin de desvelar pero que parece que es la marca de la casa del director surcoreano, ya que he podido ver también Bad Guy, que concluye de una forma muy similar (no igual pero con sorpresa de nuevo).

En ésta, un mal tipo (proxeneta) enamorado de una joven estudiante, consigue engañarla para que venda su cuerpo creando una relación de dependencia un poco extraña entre ambos. No sé porque pero esta película está envuelta en un extraño sentimentalismo, casi se podría decir que parece una gran historia de amor.

Ya no puedo esperar a ver otra de la filmografía del director, ya le he echado al ojo a Hierro 3 y Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera (ambas muy conocidas entre cinéfilos), todo es cuestión de sacar tiempo.

Mi última recomendación nada tiene que ver con el cine surcoreano. Se trata de Frozen, la cual tenía ganas de ver hace mucho y que por fin llegó a mis manos (en versión original por supuesto) y me sorprendió gratamente.

Es tan bonita visual y melodicamente que con eso basta, porque he de decir es un magnífico musical. Tiene las dosis correctas de magia (cómo no), romance (sin ser empalagosa) y humor, muy irónico, sobre todo a la hora de criticar los enamoramientos de princesa, autocrítica que Disney ya hiciera en Encantada. La historia de Giselle (yo siempre lo pensé ¿conoces al príncipe y en cinco minutos ya estás enamorada?), pero a veces se convierte en humor tierno cuando aparece en pantalla el muñeco de nieve que sueña con vivir el verano.

En fin, me robó mi corazón de espectadora aunque su final sea clásico, clásico, pero sin el beso del príncipe, ya me entenderéis si aún no la habéis visto.

Y hasta aquí mi ultimo post, espero que sigáis mis recomendaciones. Mil gracias por leer (~^^)~


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